De los 218 millones de niños víctimas del trabajo infantil, 180 están además explotados o esclavizados
La OIT y la AECID impulsan el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil mediante actividades culturales
26-02-2008 - De los 218 millones de niños víctimas
del trabajo infantil, 180 están además explotados o esclavizados, según
datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que, junto a
la Agencia de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID),
lleva a cabo el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo
Infantil (IPEC).
La secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Leire Pajín,
destacó hoy que entre los logros conseguidos en el ámbito internacional
gracias al IPEC se encuentra la inserción de más de 100.000 niños
trabajadores en el sistema educativo, la mejora de los ingresos de más
de 35.000 familias para que no necesiten que sus hijos trabajen y una
mayor concienciación al respecto en 16 países de Iberoamérica. Estas
acciones, indicó, tienen como fin combatir las causas del trabajo
infantil.
Por su parte, el director de la Oficina de la OIT en España, Juan
Hunt, detalló que el IPEC comenzó en 1992 y que, tres años después, el
Gobierno y la OIT lo extendieron a toda Iberoamérica. "Hoy hay más de
60 proyectos en África, Asia y América Latina", señaló. El resultado de
su aplicación es que, mientras que en 2000 un 16 por ciento de los
niños del mundo trabajaban, en 2004 esta proporción se ha reducido a un
5 por ciento.
Según las estadísticas de la OIT, uno de cada seis menores es
víctima del trabajo infantil; una situación que, afirmó Pajín,
"multiplica la pobreza, no la soluciona". "Que los niños no vayan a la
escuela, que no se formen, es poco rentable para la sociedad", añadió.
En este sentido, explicó que los menores que desempeñan un oficio
"se exponen a accidentes o enfermedades" y además "suelen faltar a la
escuela". Debido a que tres de cada cuatro niños abandonan sus
estudios, "se enfrentan al analfabetismo" y los empleos a los cuales
tienen acceso son "muy poco cualificados".
Pajín subrayó que el trabajo infantil "nos debe dar vergüenza" y
no hay excusas para justificarlo ni "motivos socioculturales" que lo
avalen. Aunque aseguró que el hecho de que varios actores sumen sus
esfuerzos para actuar contra esta situación --en este caso, la OIT y la
AECID--, aún "queda mucho" trabajo por hacer. "Necesitamos un mundo más
justo y equitativo", agregó.
Ante esta situación, el Gobierno español es, según Pajín,
"absolutamente consciente de la urgencia de tomar cartas en el asunto",
por lo que realiza esfuerzos para combatir el trabajo infantil. En este
contexto, recordó que España es el primer país de la OCDE y el segundo
de la UE que más fondos dedica a la ayuda al desarrollo. En su opinión,
"debe haber una alianza mundial por el desarrollo" que implique a todos
los países.
PROGRAMA SCREAM
Junto al director de la Oficina de la OIT en España; al presidente
de la Sociedad General de Autores y Editores, José Luis Borau; y a la
presidenta de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas
de España, Ángeles González-Sinde, la secretaria de Estado de
Cooperación Internacional presentó en la Casa de América, en Madrid, la
quinta fase del programa SCREAM, siglas que responden al nombre en
inglés del programa para la Defensa de los Derechos del Niño mediante
la Educación, las Artes y los Medios de Comunicación.
Pajín afirmó que SCREAM es "un paso más en el camino por la
erradicación total del trabajo infantil". El proyecto consiste en
informar a los niños y los adolescentes, a través de métodos
pedagógicos creativos e innovadores, sobre el mundo en el que viven y
sus injusticias, haciendo especial hincapié en el trabajo infantil, de
manera que puedan a su vez hacerse oír en todas partes en nombre de los
niños que trabajan.
Algunos de los elementos principales de este plan son el
lanzamiento del CD solidario 'Con letra pequeña', el ciclo de cine 'La
infancia robada', el II Certamen de Escritura 'Cielo abierto' o una
serie de actividades con más de 15.000 escolares españoles de 400
centros educativos.
En España, SCREAM pretende ser una herramienta para lograr el
objetivo de erradicar el trabajo infantil a través de la comprensión,
por parte de los niños españoles, de la situación que viven otros niños
sólo por haber nacido en otro país. Gracias a los "hombres y mujeres de
la cultura", se consigue acercar "situaciones que están
invisibilizadas", puntualizó Pajín.
Por último, la presidenta de la Academia de las Artes y las
Ciencias Cinematográficas de España destacó que los resultados
alcanzados con el programa SCREAM son "muy positivos". En su opinión,
el arte y la cultura sirven para la "digestión" de las actividades
cotidianas y para "ordenar la realidad"; "para pasarlo bien pero
también para pensar mejor". Además, insistió en la gravedad del trabajo
infantil al considerar que "lo malo de un niño que trabaja es todo lo
que deja de hacer" por tener un oficio.
Europa Press