Las nuevas enfermedades del XXI (I)
El estrés laboral, el síndrome del quemado, la fatiga
personal, la violencia en el trabajo o el acoso laboral o sexual son
los principales riesgos psicosociales que dan forma a las llamadas
nuevas enfermedades del siglo XXI, que suponen ya el principal problema
de salud laboral en costes económicos.
03-12-2007 - Y no es para menos. Los riesgos
psicosociales acaparan más de un tercio de los accidentes y
enfermedades relacionados con el trabajo, según la Consejería de
Empleo. En concreto, un 17% de las bajas laborales están vinculadas a
estas patologías. Otro 15% son la base de enfermedades de tipo
ergonómico.
Francisco Javier Laiz, del sindicato UGT, asegura que el origen de
estos riesgos psicosociales está en la organización del trabajo, que es
una de las principales consecuencias del estrés y también de la
principal causa de muerte de los países industrializados: las
enfermedades cardiovasculares.
"El tejido empresarial está constituido en su mayoría por empresas con
una tradición de gestión autoritaria generada por las amenazas del
marco contractual basado en la temporalidad y en la precariedad, y todo
esto lo convierte en un caldo de cultivo para la aparición de estos
riesgos", subraya Laiz.
Desde la Consejería de Empleo se indica que estos riesgos emergentes
están derivados en gran parte de los cambios que ha experimentado el
mercado de trabajo, con fenómenos como la feminización y el
envejecimiento de los trabajadores; el aumento de los contratos
temporales o la aparición del estrés, la depresión o el acoso.
Para el estudio y la investigación de estos riesgos laborales, se ha
puesto en marcha en la Universidad de Jaén el Laboratorio-Observatorio
Andaluz de Riesgos Psicosociales. Es el primero de la red de centros
que la Consejería de Empleo impulsará, a través del Instituto Andaluz
de Prevención de Riesgos Laborales, en todas las provincias para
investigar sobre los nuevos riesgos y métodos de prevención derivados
de los cambios del mercado laboral.
El Observatorio está dirigido por el catedrático de la Universidad de
Jaén Cristóbal Molina Navarrete, que enumera algunos de los factores
psicosociales que inciden en la salud de los trabajadores: el bajo
control sobre el contenido de las tareas, las altas exigencias
psicológicas o el bajo apoyo social de los compañeros y superiores.
Otros factores de carácter psicosocial son la presión para la
consecución de unos objetivos económicos, que implica una sobrecarga
laboral; la acumulación de tareas que demanda cada vez más carga
mental, la ausencia de reconocimiento profesional y los conflictos en
la jerarquía estructural o la situaciones de violencia verbal o sexual.
Además, las órdenes contradictorias se relacionan con la aparición de
síntomas de estrés como irritabilidad o falta de iniciativa.
A juicio de Cristóbal Molina, todo esto configura "un ambiente de
trabajo enrarecido y propenso a la inseguridad que provoca la aparición
del estrés, lo que conlleva a su vez una serie de patologías tanto
físicas (ansiedad, trastornos alimentarios, insomnio..) como
psicológicas (depresión) que van minando la salud de las personas".
Para analizar estas situaciones, el laboratorio contará con un equipo
de expertos universitarios del ámbito psicológico, organizativo, médico
y jurídico, que elaborará informes o estudios para medir la evolución
de estos daños y creará una base de datos sobre los riesgos que emerjan
en los lugares de trabajo y un boletín informativo, que se difundirá a
través de una página web. Asimismo, el laboratorio elaborará un plan
director bianual para programar posibles acciones preventivas.
Red de observatorios
Al Observatorio de Riesgos Psicosociales creado en Jaén le seguirán en
los próximos meses otro en Huelva para el estudio de las enfermedades
profesionales, mientras que en Granada se instalará otro sobre I+D+i
para la prevención de riesgos laborales.
El resto, cuya ubicación aún no se ha decidido, prevé dedicarse a otras
temáticas novedosas como la evaluación de las condiciones de trabajo de
la mujer, los aspectos económicos de la seguridad o el análisis de las
causas de la siniestralidad, entre otros. El consejero de Empleo,
Antonio Fernández, asegura que esta red de centros se convertirá en un
servicio permanente de información para empresas, universidades y
profesionales, además de un espacio público para la investigación y la
difusión de conocimientos.
GINÉS DONAIRE
El Pais