vie 29 sep 2006 07:15:00 CEST
Argentina: ¿Por qué las mujeres ganan menos que los hombres?
Las mujeres constituyen el 42% de la población ocupada (y 38% de la PEA) pero aportan menos de 30% del ingreso de las familias.
Esta disparidad atraviesa transversalmente la
pirámide distributiva. Aunque la contribución económica de las mujeres
es creciente en cada peldaño (lo que, precisamente, puede explicar la
posición en la escala) el incremento en el margen es inferior al de la
tasa de actividad y en ningún caso supera un tercio del ingreso total
del hogar.
El ingreso promedio de las mujeres es considerablemente menor que el de
los varones. Un análisis de las remuneraciones por sexo muestra que las
mujeres ganan un tercio menos. En el segundo semestre de 2005, su
ingreso mensual promedio (excluidos los ocupados en planes sociales)
fue de $668, comparado con $959 que percibieron los hombres.
¿Qué es lo que determina esta diferencia? Por una parte, una mayor
incidencia de la informalidad en el empleo privado. Mientras que entre
los ocupados varones llega a 37.5%, en la población femenina alcanza a
49%. Esto, sin embargo, no es tanto el resultado de una informalidad
diferencial por sexo en las actividades de mercado, como del fuerte
peso del empleo en los hogares particulares, donde la informalidad es
extremadamente alta y los salarios son muy bajos.
Así, 1 de cada 6 mujeres que trabaja es empleada doméstica; de ellas, 8
de cada 10 son informales; y el salario es menos de la mitad de lo que
en promedio ganan las mujeres, y sólo un tercio del que perciben los
ocupados de ambos sexos con un empleo de mercado.
Para ser precisos, en el sector privado no doméstico la informalidad
laboral femenina no es mayor que la masculina; por el contrario, es 2
puntos más baja. La diferencia es que la proporción con empleo privado
formal (incluyendo los no asalariados) en el total de las ocupadas, es
15 puntos menor que la ponderación que el mismo sector tiene en la
población masculina10.
Es cierto que, en compensación, hay más mujeres que hombres en el
empleo público, un sector totalmente formal y con salarios superiores
al promedio. Su peso el empleo femenino es de 17%, similar al del
servicio doméstico, pero, desde luego, con un salario casi 4 veces más
alto.
No obstante, los 5 puntos de ventaja que las mujeres tienen en el
empleo público como porcentaje de la ocupación femenina total, son
insuficientes para cerrar la brecha de inserción en el sector privado
formal vis à vis los varones. El otro dato no menor, es que tanto en
éste como en el sector público, su ingreso mensual es más bajo (27% y
16% respectivamente).
La mayor incidencia de la informalidad en empleos de mercado entre las
mujeres, se ve reforzada por una importancia también mayor de los
ocupados en planes sociales, cuyos ingresos son extremadamente bajos.
Entre los hombres, menos de 1.5% tiene una inserción principal en esta
categoría; entre las mujeres, en cambio, es cercana a 7%.
Pero además de la calidad de la inserción laboral, el otro factor que
explica por qué ganan menos que los hombres –y que puede llevar a
conclusiones bien distintas de las habituales- es que las mujeres
trabajan jornadas mucho más cortas. Excluidos los planes sociales, el
promedio es de 121 horas mensuales; para los varones, en cambio, es 171
horas.
Además de la calidad de la inserción laboral, el otro factor que
explica por qué las mujeres ganan menos que los hombres –y que puede
llevar a conclusiones bien distintas de las habituales- es que trabajan
jornadas mucho más cortas.
Incidentalmente, esto explica también por qué el desempleo es más alto
entre las mujeres que en los varones. En el 2º trimestre de 2006 las
tasas respectivas fueron 13.0% y 8.4%.
Adnmundo