mié 27 sep 2006 07:15:34 CEST
Accion sindical con Directrices OCDE en Chile.
La Red Puentes Chile ha elaborado dos
documentos que detallan las dos primeras experiencias de utilización de
las Directrices de la Ocde para Empresas Multinacional en Chile, en
ambos casos las denuncias contra las empresas fueron presentados por
organizaciones sindicales, con el apoyo de organizaciones miembros de
la Red Puentes
EL primer caso fue debido a malas prácticas
sindicales y ambientales de la filial Marine Harvest de la
multinacional holandesa Nutreco, mientras la segunda fue por problemas
laborales y sindicales de la empresa Unilever Chile, filial de la
transnacional Unilever.
El caso de Marine Harvest SA
A principios del 2001, en la décima región, los empleados de la
empresas salmonera holandesa Marine Harvest SA. se declararon en
huelga, exigiendo mejor retribución por su trabajo en una de las
industrias que mayor expansión ha tenido en los últimos años, la
industria del Salmón. Sin embargo, la movilización no dio resultados,
los trabajadores, que llegaron incluso a tomarse la catedral de la
ciudad de Puerto Montt, no obtuvieron los buscado, y al cabo de algunos
meses, la empresa procedió a despedir a trabajadores vinculados al
sindicato, y presionar a éste de varias maneras.
Esta situación fue conocida por el Centro Ecoceanos, quienes junto con
difundir la situación se pusieron en contacto con Amigos de la Tierra
de Holanda, y tras realizar una profunda investigación, decidieron
presentar una queja formal al Punto Nacional de Contacto holandés, en
el que se denunciaban las malas practicas y doble estándar laborales de
esta transnacional holandesa.
La OCDE
El Punto Nacional de Contacto es el espacio de recepción de las infracciones a las Directrices de la OCDE.
La OCDE es una institución formada por alrededor de 40 países miembros,
principalmente europeos y norteamericanos, que ha desarrollado un serie
de estándares recomendados para las empresas multinacionales, conocidas
como las Directrices de la OCDE. El objetivo principal de estas
Directrices es garantizar que las actividades de las empresas
multinacionales se desarrollen en armonía con las políticas nacionales
de los países de la OCDE, fortaleciendo la base de la confianza mutua
entre empresas y autoridades gubernamentales, y previendo posibles
infracciones a las leyes laborales. Las Directrices enuncian principios
y normas voluntarias para una conducta empresarial responsable en
diversas áreas.
A juicio de Martín Pascual de CENDA, el de la OCDE es un instrumento
muy completo y que puede ser objeto de perfeccionamiento: “lo más
completo para nosotros son las Directrices de la OCDE porque abarcan
todos los aspectos, desde el comportamiento fiscal de las empresas, la
relación de las empresas con la política, el tema de las tecnologías,
el tema de cómo las empresas cooperan con el desarrollo de los países,
lo laboral, lo ambiental, la seguridad en el empleo, de lo que yo
conozco es lo más completo. Las reformas del año 2000 ampliaron la
exigencia de las Directrices a la cadena productiva, ya que así la
empresa no sólo responde por su actividad propia, sino por toda la
cadena productiva, abastecedores, subcontratistas, está estipulado.”
El proceso en el Punto Nacional de Contacto.
El PNC Holandés derivó el caso al PNC chileno, lo que dio inicio a un
largo proceso de investigación. Durante el año y medio del proceso de
investigación, consultas y negociación del caso Nutreco/Marine Harvest
, el Centro Ecocéanos, en conjunto con las comunidades costeras,
organizaciones de trabajadores y pescadores artesanales y deportivos de
la X región aportaron información complementaria , presionaron y
monitorearon constantemente el proceso, comunicándose con sus colegas
holandeses, de manera de asegurar que existiera transparencia y
equilibrio en sus diversas etapas.
Este proceso culminó con la redacción de un informe del PNC en Chile
que abrió el camino para la constitución de una mesa tripartita de
negociaciones, establecida en Puerto Montt que logró después de meses
de negociación, solucionar el conflicto existente en el lago Llanquihue
entre Marine Harvest y los pescadores deportivos de la región de Los
Lagos, debido a la ocupación ilegal por parte de la compañía del área
de Domeyko; controlar situaciones de prácticas antisindicales por parte
de la empresa; y establecer el primer reglamento de responsabilidad
laboral, higiene y seguridad en la industria del salmón de una compañía
mandante con respecto a sus compañías subcontratistas.
Para el Centro Ecoceanos, el caso Nutreco/Marine Harvest permitió
aprendizajes y ejercicios de ciudadanía en torno a la primera
experiencia exitosa de diálogo y negociación tripartita desarrolla bajo
supervisión internacional (OCDE), entre el Estado chileno, la filial
chilena de la principal transnacional en la industria mundial del
salmón y las organizaciones de la sociedad civil, empleando un
instrumento internacional de Responsabilidad Social Corporativa.
Este experiencia, destaca Ecoceanos, se configura como la primera
experiencia nacional de uso de las Directrices de la OCDE por
organizaciones sociales, para la defensa de los derechos laborales,
ciudadanos y medioambientales, frente a una transnacional.
Para acceder al documento que describe toda la experiencia, puede
visitar el Centro de recursos de nuestro sitio, en
http://www.redpuentes.org/recursos/docs_redpuentes/Casomarineharvest
El caso de Unilever
A partir del año 2000, la empresa multinacional Unilever decidió
emprender una reestructuración a escala global de su negocio. Esta
transformación contemplaba el despido de más de 25.000 trabajadores,
asi como el traslado de fabricas a países con menores costos laborales
y sociales.
Este proceso detonó la alerta entre los trabajadores de Unilever de
todo el mundo en cuanto se ponía en riesgo su fuente laboral. Como una
forma de reacción frente a esta situación los trabajadores de Unilever
en el mundo generaron diversos espacios de debate y encuentro en
diferentes países donde se analizaba la situación de los trabajadores
pertenecientes a la transnacional. En estos espacios se fueron
estableciendo estrategias comunes, como por ejemplo, recurrir a
organizaciones sindicales mayores para plantear sus temas y llegar a
otras instituciones nacionales e internacionales, como la OIT.
Estos encuentros permitieron a los trabajadores de Unilever reconocer
los problemas que les eran comunes. Entre ellos se mencionaba, en
primer lugar, la reestructuración como gran cambio y amenaza a la
estabilidad laboral de los trabajadores y a la sustentabilidad de las
instituciones sindicales en el mundo. Además, fenómenos como la
tercerización, la rotación de los empleados, el crecimiento de empleos
precarios, entre otros, aparecían con frecuencia.
En el caso de Chile, el sindicato al verse informado de la situación
decidió intervenir para evitar los cerca de doscientos despidos
previstos, y la reducción de los sueldos que también se anunciaba. Si
bien en un principio las acciones del sindicato no fueron bien
recibidas en la empresa, su tesón y organización, así como la adopción
de estrategias apropiadas, como el contacto con ONG’s como Red Puentes,
que facilitó la vinculación con organismos internacionales,
organizaciones sociales y darle visibilidad al conflicto, le valieron
al sindicato un mayor poder negociador.
Finalmente, en un contexto en que el sindicato ya contaba con una
amplia red de apoyo social y de base, la asamblea del sindicato decidió
presentar el caso al PNC de la OCDE, apoyado y asesorado por Cenda,
miembro de Red Puentes, asi como la central sindical nacional, la CUT.
Afortunadamente, tras la presentación de la queja en el PNC, el proceso
que siguió fue bastante expedito. El principal punto demandado al PNC,
sobretodo en las primeras reuniones, estuvo relacionado con la
reincorporación del máximo número de trabajadores. Sin embargo, a
medida que transcurrieron las reuniones se percibió que este objetivo
era difícil de alcanzar y que la empresa no daría pie atrás en el
proceso de reestructuración. Más aún si se considera que este era un
cambio mundial. Por esta razón, los posteriores esfuerzos se centraron
en mejorar las condiciones de los trabajadores que salían, así como la
situación de los trabajadores que permanecerían en la empresa y del
sindicato como representante de los trabajadores.
Tras algunas reuniones en que participaron la Cut, el PNC, Cenda,
asesores de la empresa y dirigentes de ésta, la empresa pidió negociar
directamente con el sindicato, lo que facilitó el proceso y generó
confianzas.
Finalmente el sindicato logró una serie de beneficios, que iban desde
una mayor indemnización a los trabajadores despedidos hasta la
ampliación de beneficios educacionales, junto con garantizar que no se
externalizarían nuevos servicios, entre otros.
Finalmente, y quizás lo más destacable desde una perspectiva de
análisis más integral,existe coincidencia en destacar la importancia
que tiene la experiencia del sindicato en términos de mostrar que es
posible la constitución de un nuevo sujeto social, con capacidad para
actuar en el contexto de la globalización, sumando nuevas estrategias y
tácticas, que implican su actuación en red. El sindicato fue capaz de
coordinarse con instituciones y organismos de muy diverso tipo,
concretando con cada una de ellas iniciativas que se traducían en
planes de acción, los que eran orientados y dotados de sentido por el
sindicato.
Para acceder al documento que describe toda la experiencia, puede
visitar el Centro de recursos de nuestro sitio, en
http://www.redpuentes.org/recursos/docs_redpuentes/Casounilever
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